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domingo, 26 de septiembre de 2010

Parkinson, mi compañero de viaje.(Un canto a la esperanza y a las ganas de vivir)

Hace muchos años, en 1995, se monto un polizón en el tren de mi vida, estuvo oculto pero se notaba su presencia, hasta que a principios de año 2000 como el revisor del tren un medico le descubrió y me dijo que este polizón solo se bajaría conmigo en la ultima estación.

Voy a compartir con vosotros las sensaciones y vivencias de mi viaje con este compañero no deseado con dos fines, comunicaros a todos los  que me conocéis lo que me ocurre y animar con mi ejemplo al que lo  necesite.

Cuando me dijeron que el polizón iba conmigo, yo ya le conocía
porque fue compañero de viaje de mi abuela, pero lo que no sabía es que pudiese montar en el tren tan pronto antes de la mitad del viaje.

La postura que tome fue asumir su presencia pero con condiciones: “Parkinson, viene conmigo pero yo mando” y he tenido la voluntad de dejarle hablar lo menos posible para lo cual he sido un “optimista  activo” intentando ver el lado bueno de las cosas y pensando que todos los problemas tienen solución, dando gracias por lo que tengo, procurando no lamentarme por lo que me falta.

Esta actitud, que requiere una fortaleza que solo Dios me la puede  estar dando, me ha ayudado a controlar al polizón,

A algunos de vosotros ya os había hablado de esta compañía, otros habréis notado que algo me pasa, a partir de ahora ya sabéis quien es el culpable de mi lentitud y mi dificultad para hablar, pero os aseguro que tengo la voluntad de seguir mandando  yo.

4 comentarios:

  1. No sé qué decirte. Escribo. En mi cabeza suena una y otra vez la admirable expresión "otros habréis notado que algo me pasa". No es un pensamiento es una obra de arte. Enhorabuena. Tienes un enemigo importante porque eres importante.
    Recibe un saludo.

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  2. Gracias por tu comentario.
    Esta carta tiene una curiosa historia, cuando la escribi lo hize para comunicar a todas la personas de la empresa donde trabajaba , mi enfermedad, hasta entonces solo lo sabia una docena de unos 500 que trabajaban en la empresa, me plantee que era hora de contarlo pero no podia ir uno a uno, y se me ocurrio escribir esta carta metaforica que aparecio una mañana en las pantallas de los ordenadores de toda la empresa, fue una liberación saber que ya todo el mundo sabia que me ocurria, y sé que la carta ayudo y animo a otras personas enfermas , de esto hace ya 4 años y sigo luchando con el mismo animo, la guerra quiza la tenga perdida , pero las batallas las voy a ganar todas aunque cada día es mas duro.
    Hay una version que escribi para que mi hija fuese capaz de comunicarlo a sus amiguitos,tenía entonces 9 años, esta escrita como si fuese ella la autora, se llama El tren de la vida.

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  3. Tu entrañable carta y la de tu hija me han emocionado.
    Tu actitud ante la vida y el destino nos enseña mucho a tantos otros que nos desanimamos por cualquier nimiedad.
    Eres un valiente.

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  4. realmente me has emocionado , miro tu blog dsde hace casi 8 meses y hoy recien descubri este sector , el de tu vida , viejo dale con un caño a parkinson y sigue luchando , que de eso se trata la vida , admiro tus circuitos de slot , son muy bonitos .
    saludos

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